Es fácil determinar quién creó el modelo de procesos CMMI o el de escalado de agilidad SAFe —por ejemplo—. La Universidad Carnegie Mellon desarrolló CMMI y Dean Leffingwell es el creador de SAFe. Son sus autores y por lo tanto los propietarios de todos los derechos. Ellos definen cómo es cada modelo y sólo ellos los pueden modificar o decidir si otros pueden hacerlo.
¿Se puede decir lo mismo de scrum? ¿Es un modelo con autoría y propiedad o una corriente emergente, colaborativa y compartida?
Hay quien afirma que los autores de scrum fueron Hirotaka Takeuchi y Ikujiro Nonaka en 1986, al identificar en el artículo “The New New Product Development Game”(1) los principios del modo de trabajo incipiente, al que expontáneamente estaban dando forma los equipos de empresas como 3M, Fuji, Honda o HP .
En los años 80, los ingenieros de muchas empresas, descontentos de los modelos de producción basados en ciclos de cascada, desarrollaban —en ambientes de trabajo flexibles y colaborativos— un patrón iterativo con solapamiento de fases, que Nonaka y Takeuchi identificaron y bautizaron con el término “scrum”, palabra empleada en rugby para definir la formación de los jugadores al disputar la pelota.
Es importante entender que Nonaka y Takeuchi identificaron, dieron nombre y visibilidad al concepto, pero no lo crearon.
Scrum, no es una metodología diseñada y difundida verticalmente, desde arriba hacia abajo; desde la autoría de una universidad, un comité de estandarización o un investigador reconocido. Scrum emergió desde la abajo, impulsado y construido horizontalmente por la comunidad profesional. Es un ejemplo brillante de conocimiento abierto que a diferencia de los modelos de conocimiento acotado o cerrado no tiene un propietario que lo define. Es de dominio público.
También se afirma que los creadores de scrum fueron Peter DeGrace y Leslie Hulet Stahl en 1990 al presentar en su libro “Wicked Problems, Righteous Solutions”(2) scrum como una propuesta de desarrollo iterativo, basado en los principios de Nonaka y Takeuchi.
Muchos, sin embargo, afirman que los autores de scrum son Jeff Sutherland y Ken Schwaber, porque en 1995 presentaron su propia interpretación de scrum en el congreso OOPSLA(3); otro marco de desarrollo iterativo basado en los principios identificados por Nonaka y Takeuchi, con un ciclo formado por tres estadíos: “prejuego, juego de iteraciones y postjuego”
Pero lo cierto es que hoy el estándar generalizado de scrum, es muy diferente a las primeras propuestas de los años 90, porque desde su origen como antítesis al desarrollo en cascada, surgida en empresas innovadoras de los años 80, scrum es un conocimiento profesional, emergente y abierto que se viene enriqueciendo de forma continua con la convergencia de ideas y prácticas aportadas desde la comunidad ágil.
La reducción de las iteraciones, desde las duraciones iniciales de 1 o 2 meses, a las actuales de una o dos semanas, la incorporación de las reuniones retrospectivas, el refinado de la pila de producto, las diferentes prácticas y aportaciones para estimar las tareas e historias de usuario o para no estimarlas en absoluto, las propuestas de tableros kanban de gestión visual y un largo etcétera, son ejemplos de cómo de forma continua, la comunidad ágil viene madurando y enriqueciendo scrum.
Pensar en un autor y en una “guía oficial” es un error. Es considerar cerrado y propietario, a un conocimiento colaborativo y abierto. Al hacerlo lo encorsetamos y le cortamos las alas, ignorando que es de dominio público, fruto de la inteligencia colectiva aportada desde la comunidad ágil.
Actualmente se ofrece formación y difusión de scrum desde las dos perspectivas: la de conocimiento propietario y la de conocimiento abierto. Posiblemente, las más conocidas entre las que enseñan scrum como un modelo propietario y cerrado, sean las dos que se anuncian como autoras del mismo: Scrum.org y Scruminc. Y posiblemente la más conocida que enseña scrum como un modelo de conocimiento abierto sea Scrum Manager, con la que obviamente me identifico.
A medida que avanzamos en el campo de la agilidad, es esencial entender que cada ruta de aprendizaje ofrece su propio conjunto de ventajas y perspectivas. Que la diversidad de enfoques da riqueza y versatilidad a scrum como marco de trabajo.
Para quienes prefieren un camino estructurado con una definición acotada de scrum, organizaciones como scrum.org o scruminc (y otras muchas) proporcionan un marco con una definición acotada que puede funcionar como un sólido punto de partida. Esta perspectiva puede ser especialmente útil para aquellos que empiezan en scrum o que buscan una base sólida y comúnmente reconocida, bien para usarla directamente o bien como punto de partida de su propio “shu ha ri”.
Por otro lado, para aquellos que ven scrum como conocimiento “commons“, emergente y evolutivo, plataformas como Scrum Manager ofrecen un conocimiento abierto.
Reconocen que scrum es un punto de partida y que su verdadera potencia se desarrolla cuando los equipos comprenden la agilidad y aprenden a desprenderse del marco técnico estándar y a modelar el propio, con las prácticas más adecuadas a sus necesidades específicas y contextos únicos.
En última instancia, la elección de una u otra perspectiva, dependerá de las necesidades, el contexto y la filosofía del individuo o equipo en cuestión. Lo más importante es que, independientemente del camino elegido, continuemos respetando el espíritu de mejora continua y colaboración que está en el corazón de scrum.
(1) Hirotaka Takeuchi & Ikujiro Nonaka, 1986 “The New New Product Development Game”, Harvard Business Review.
(2) Peter DeGrace & Leslie Hulet Stahl, 1990 “Wicked Problems, Righteous Solutions”(págs. 153-157), 1990, Prentice Hall.
(3) Scrum Development Process, 1995, Ken Schwaber OOPSLA Business Object Design and Implementation Workshop.